¿ QUÉ ES ZAZEN, LA MEDITACIÓN ZEN?
El Zen es una práctica meditativa cuyas raíces se remontan hasta la vida de Shakyamuni Buda, que vivió en el norte de la India unos 500 años antes de nuestra era. Aunque tiene una base filosófica altamente sofisticada, el Zen no es una teoría y mucho menos un dogma. El Zen es, ante todo, una práctica, en concreto, la práctica de la meditación sentada (“zazen” en japonés).
Al sentarnos en zazen dejamos que la mente se centre en la postura y en la respiración, y buscamos simplemente ser conscientes del momento presente, del aquí y ahora. La plena atención en el momento presente es la herramienta fundamental del Zen.
¿POR QUÉ PRACTICAR ZAZEN?
La mayoría de las personas vivimos tan presas de nuestras preocupaciones, de nuestras obsesiones y fantasías que somos muy poco conscientes del momento presente. Sujetos a nuestros automatismos, pasamos buena parte del tiempo dando vueltas en la cabeza a cosas que ya han pasado o que podrían pasar. Somos como barcos a la deriva en el mar de los pensamientos, empujados aquí y allá por las olas y el viento, a merced de las emociones, los miedos, los deseos. Aunque suene raro, somos auténticos prisioneros de nuestra actividad mental.
En zazen, la concentración de traer la mente una y otra vez al “aquí y ahora” hace que ésta, de forma paulatina, se vaya calmando, centrando. A través de este proceso aprendemos a reconocer los mecanismos que utiliza la mente para distanciarnos de lo que nos rodea. Y poco a poco, de una manera muy sutil, la práctica de zazen nos lleva a experimentar nuestra relación con el mundo de otra manera.
Este cambio no es producto de un razonamiento intelectual sino que es pura experiencia vivida, algo que se siente en los huesos; es la realización de que no existe diferencia alguna entre nosotros mismos y el universo, de que todo ser sensible comparte una misma naturaleza. A partir de esta experiencia surgen la paz, la serenidad y la compasión respecto a uno mismo y los demás.
Lo han repetido todos los sabios desde la antigüedad: “Conócete a ti mismo”. En palabras de Eihei Dogen, gran Maestro zen del siglo XIII:
“Estudiar la Vía del zen es estudiarse a sí mismo;
estudiarse a sí mismo es olvidarse de sí mismo;
olvidarse de sí mismo es ser uno con todas las existencias del cosmos.”